Amén, Bandoneón. Hagamos caso a los de las sotanas y separemos el cuerpo del alma. Pero hagámoslo a nuestra conveniencia: utilicemos el cuerpo para que goce nuestro alma.
Y un polvo después de correr un maraton, con las piernas anestesiadas, es una experiencia a no perderse (después de unas horas, no al pisar la meta). Lo que no me atrevo a imaginar es después de 270 kms., aunque aplicaría corregidos y aumentados los comentarios de spanjaard en “Mi polla”.
Por: nachoenfuga
↧
↧
Trending Articles
More Pages to Explore .....